Determinación social de la desnutrición y el retardo sicomotor en preescolares de Urabá (Colombia).

Un análisis con la Epidemiología Crítica 

Autores: Carmona Fonseca Jaime, Correa Botero Adriana María

Resumen

Objetivo: Evaluar condiciones de vida familiares, el estado nutricional y el desarrollo infantil (DI) de preescolares de Urabá y explicar los hallazgos según la determinación social de la salud-enfermedad de la Epidemiología Crítica. Metodología: Encuesta de prevalencia. Usamos 8 cuestionarios sobre condiciones de vida. Evaluamos indicadores antropométricos calculados con Epinut 6.0 y usamos la prueba tamiz Escala Abreviada de Desarrollo para evaluar el DI. Resultados: Se evaluaron 200 familias y 46 niños (2,5-4 años). Las condiciones de vida son muy deficientes en los procesos individuales-familiares y los procesos grupales (modo de vida). Unos y otros están determinados por el sistema socio-económico, jurídico-político e ideológico-cultural vigente. Los riesgos de desnutrición, evaluados con -1 y -2 desviaciones estándar fueron, respectivamente: crónica 76% y 37%; global 61% y 17%; aguda 26% y 0%. La frecuencia de retardos madurativo y patológico fueron respectivamente: en motricidad gruesa 17% y 6%; en motricidad fina 50% y 26%; en audición-lenguaje 40% y 34%; en desarrollo personal-social 57% y 6%. Ningún coeficiente de desarrollo infantil se asoció con desnutrición crónica. Las altas deficiencias nutricionales y de desarrollo de los niños están lógicamente determinadas por las condiciones de vida de las familias y el grupo social. Conclusiones: Los resultados revelan deterioro nutricional y sicomotor profundos precoces. Las condiciones de vida de este grupo social explican la situación hallada. Urge la intervención del Estado para afrontar y paliar tan grave problema colectivo.

Palabras clave: Desnutrición desarrollo infantil condiciones de vida clase social Colombia.

2014-02-05   |   1,419 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.1. Enero-Abril 2014 Pags. 40-51 Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2014; 32(1)