Autores: Ríos Yuil José Manuel, Mercadillo Pérez Patricia, Yuil de Ríos Emma, Ríos Castro Manuel
Desde la antigüedad se han utilizado larvas de mosca para tratar heridas crónicas, mas esta terapia fue abandonada con el advenimiento de los antibióticos. La creciente resistencia antimicrobiana y la gran dificultad para desarrollar nuevos antibióticos han ocasionado que, en años recientes, se retomara el uso de este tratamiento y así, hoy día, se utilizan larvas de Lucilia sericata producidas asépticamente en laboratorios especializados para evitar la contaminación secundaria de las heridas. El mecanismo de acción de la terapia con larvas no es del todo comprendido, pero su excelente efecto para desbridar tejidos desvitalizados es indiscutible. Diversos estudios han encontrado que la terapia con larvas también favorece la formación de tejido de granulación y elimina infecciones en las heridas, aun las causadas por bacterias resistentes a múltiples antibióticos como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (sarm). Adamas, contrario a lo esperado, la mayoría de los pacientes con heridas crónicas tolera muy bien la terapia con larvas. Por lo anterior, la terapia de heridas crónicas con larvas de mosca vuelve a ser una valiosa estrategia para el tratamiento de heridas crónicas de difícil manejo.
Palabras clave: Larva; Lucilia sericata heridas; desbridamiento lucifensina.
2013-05-28 | 6,937 visitas | 2 valoraciones
Vol. 11 Núm.2. Abril-Junio 2013 Pags. 134-141 Dermatología CMQ 2013; 11(2)