Autores: Becerra Ramírez Henry Alberto, Cardona Zorrilla Andrés Felipe, Acevedo Andrés, Vargas Carlos Alberto, Carranza Hernán, Otero Jorge Miguel, Álvarez Johanna, et al
Se presenta el caso de un hombre de 35 años diagnosticado de un tumor del estroma gastrointestinal (GIST) localizado en el yeyuno proximal y estratificado como de alto riesgo, en quien se resecó el primario sin evidencia de recaída, hasta documentar múltiples lesiones hepáticas, por lo que inició imatinib (Glivec®) 400 mg/día. Después de encontrar progresión, se aumentaron las dosis del inhibidor sin respuesta, por lo que inició sunitinib (Sutent®) 50 mg/día con el mismo resultado. Posteriormente, se realizó una reevaluación del histotipo y genotipificación, encontrando positividad para la mutación del exón 9 del gen KIT. A partir de noviembre del 2009, se administró sorafenib (Nexavar®) 400 mg cada 12 horas, logrando una respuesta metabólica superior al 50% (evaluada por tomografía por emisión de positrones –PET/TAC–) y parcial siguiendo los criterios descritos por Choi y colaboradores. Durante el tratamiento de tercera línea, se efectuó una nueva biopsia del tumor, que demostró un genotipo complejo, incluyendo la mutación V600E del BRAF, y manteniendo el beneficio clínico con la intervención descrita hasta julio del 2011; en el momento, el paciente continúa vivo. A continuación, se plantea un análisis de los mecanismos moleculares que explican la resistencia a los inhibidores de tirosina-quinasa y las implicaciones sobre la terapéutica del GIST.
Palabras clave: GIST BRAF cKIT patología molecular sorafenib resistencia.
2012-07-11 | 1,070 visitas | 1 valoraciones
Vol. 1 Núm.1. Abril 2012 Pags. 70-77 Rev Colomb Hematol Oncolo 2012; 1(1)