Cuando una persona se quema, se activan una serie de procesos tendientes a mantener el equilibrio interno y reparar la zona afectada. La posibilidad de sobrevida de un quemado depende principalmente de la extensión de la quemadura y la edad del paciente. Durante el embarazo la mujer aumenta en forma normal su volumen circulatorio, con cambios cardiovasculares, como aumento del gasto cardiaco y del flujo sanguíneo a nivel pélvico, ocasionado por el crecimiento fetal y placentario, además de existir hipercoagulabilidad. Estos cambios se acentúan en el segundo y tercer trimestres. Al finalizar el embarazo se presenta una hiperactividad de las glándulas suprarrenales y se estimulan las fibras nerviosas uterinas, llevando el mensaje al sistema nervioso central para la liberación de vasopresina y oxitocina, que inician la actividad uterina. La vigilancia materno fetal se debe llevar a cabo en forma estricta. La hidratación temprana y adecuada, la escisión precoz de la quemadura, la aplicación de injertos de piel y la alimentación oportuna y de buena calidad, son factores que permiten regular el proceso inflamatorio ocasionado por la quemadura y mejoran el pronóstico.
Palabras clave: Embarazo quemaduras.
2003-02-12 | 4,911 visitas | 2 valoraciones
Vol. 9 Núm.1. Enero-Abril 1999 Pags. 18-22 Cir Plast 1999; 9(1)