Autores: Málaga Rodríguez Germán Javier, Mogrovejo Estela, Marín Bermúdez Enma
El derrame pleural es generalmente secundario a una enfermedad pulmonar subyacente y para que se produzca, es necesario un desequilibrio entre la formación y reabsorción del líquido pleural. El derrame pleural es visible radiológicamente a partir de 75 ml, o 50 ml en una radiografía lateral se puede apreciar los derrames pleurales libres o loculados y estar localizados en áreas típicas o atípicas. Las localizaciones atípicas pueden ser: Acumulación mediastinal, subpulmonar y cisural4. Usualmente, el diagnóstico se basa en los hallazgos radiográficos y algunas veces es necesario el uso de exámenes adicionales como: la ecografía torácica que puede ayudar a confirmar el diagnóstico y servir de guía en el abordaje y la Tomografía Axial Computarizada (TAC) la que se solicita cuando existe sospecha de patología pulmonar asociada o cuando se requiere la diferenciación entre lesiones pleurales y parenquimales. El derrame pleural puede ser de tipo inflamatorio y no inflamatorio (trasudado), denominándose este último: efusión pleural. Entre las causas de efusión pleural, la secundaria a insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), es la causa más común. Frecuentemente las efusiones pleurales por ICC son bilaterales (75%), las efusiones unilaterales ocurren generalmente en hemitórax derecho las cuales pueden ser intrafisurales, dando imágenes tipo “pseudotumor” o “tumor evanescente”.
2012-01-04 | 1,152 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 28 Núm.4. Octubre-Diciembre 2011 Pags. 242-245 Act Méd Per 2011; 28(4)