Autor: Ramiro Hernández Manuel
Rosa Montero nos presenta un nuevo libro. No de ficción ni de periodismo, géneros a los que nos tiene acostumbrados, sino un ensayo literario. Un magnífico trabajo lleno de frescura y espontaneidad. Relatando y comentando obras literarias que le han gustado o impactado a lo largo de los años, nos proporciona un ensayo no sólo muy bueno y aleccionador sino que además es sumamente divertido. Se trata de un libro parecido a La verdad de las mentiras o a El lenguaje de la pasión de Vargas Llosa, también como el autor peruano, Rosa Montero hace una compilación de aportaciones de artículos periodísticos realizados a lo largo del tiempo y lo que intenta es también expresar y contagiar el entusiasmo por leer, el placer de hacerlo y la posibilidad de enriquecerse con ello. Rosa Montero no hace recomendaciones ni comentarios convencionales, no habla de El Quijote ni de Los miserables, no lo hace de Madame Bovari ni de Ana Karenina, sí lo hace de La Regenta, de Leopoldo Alas Clarín, que refiere como una de las mejores novelas del XIX español, consigue en el capítulo en el que se refiere un análisis no sólo de la obra sino de su autor logrado todo de manera precisa. Con el título de Este cuerpo que nos mata, se refiere a la obra de David Owen, El poder y la enfermedad, en donde el neurólogo inglés hace un estudio de las enfermedades mentales, el poder y las consecuencias de ambas situaciones, sus comentarios son ocurrentes y deliciosos, lo que permite entender algunos aspectos de la obra. Habla de 45 obras y sus autores, lo que la hace una obra muy amplia aunque todo ello lo consigue en 270 páginas, lo que habla de su enorme capacidad de síntesis y su capacidad intelectual. Además de los capítulos ya comentados quiero destacar el que se refiere Charles Darwin en el que destaca los problemas que tuvo el gran investigador al encontrarse en la encrucijada formada por su conservadurismo y su agudeza intelectual, al final pudo expresar todo su pensamiento basado en sus estudios, lo que le acarreó un rechazo enorme. Puede resultar ilustrativo para lo que consigue Rosa Montero en toda la obra referirse al capítulo Indigna, en el que comenta Claudine en la escuela de Collete, una autora de principios del siglo XIX que empezó escribiendo para otros y siendo víctima de su marido y otros editores y que basada en su capacidad para escribir y en sus encantos terminó querida por todos y llena de reconocimiento y premios a pesar de que su obra empezó, y quizá terminó, en el escándalo por sus temas eróticos y sexuales, en una época en que no se acostumbraba, Rosa Montero la sitúa como el antecedente más claro de Lolita de Nabokov, obra que también se comenta en el libro. El epígrafe de El amor de mi vida describe al libro y sus intenciones: Para la gran hermandad mundial de amantes de los libros. Hay que intentar leer esta última obra de Rosa Montero, porque puede uno acabar más enamorado de la lectura, sobre todo de la ficción…
2011-11-01 | 1,198 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 27 Núm.5. Septiembre-Octubre 2011 Pags. 509 Med Int Mex 2011; 27(5)