Autor: Otero Ruiz Efraím
Por haberse redactado las invitaciones mientras yo estaba en Cartagena, lo que debía aparecer como “presentación” aparece como “comentario”. Sea lo uno o lo otro, quiero presentar y comentar ante ustedes, antes que la ponencia, la vocación y el talento admirables de nuestro conferencista de hoy, mi “tocayo” o “tocayísimo”, con quien me une una amistad que ya pasa del medio siglo. Y lo de tocayísimo no es tanto por la coincidencia del nombre (muy popular con nuestros padres desde la novela de Jorge Isaacs) sino porque los dos lo escribimos con “m”, quizás por la influencia de un converso o “marrano” que se metió con nuestros antecesores, y porque así, escrito con “m”, figura en el epónimo de una de las doce tribus de Judá, que en hebreo quiere decir “fructífero”.
2011-08-12 | 899 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.2. Abril-Junio 2011 Pags. 137-138 Medicina Ac. Col. 2011; 33(2)