Autor: Salazar Gómez Mónica Isabel
Hoy nos encontramos ante una disyuntiva académica y laboral a la que no se le ha dado la suficiente relevancia. Por un lado, se señala que es imprescindible estudiar y capacitarse en las diferentes áreas profesionales para poder obtener un trabajo y desarrollar en él todas nuestras potencialidades y, por otro lado, luego de estudiar cinco años una carrera universitaria y salir al mercado laboral, la mayoría de profesionales descubren que lo que aprendieron en la universidad dista en mucho de lo que se requiere en la práctica, de lo que exigen las empresas a la hora de realizar contrataciones. Los empresarios y empleadores no los contratan porque aducen que los recién graduados no salen bien preparados de las instituciones educativas, no tienen experiencia o les faltan las competencias necesarias para enfrentarse a los retos que impone el día a día en una empresa u organización. Este círculo vicioso adquiere matices más complejos, pues los estudiantes para salir mejor preparados ingresan a realizar especializaciones y maestrías con la esperanza de que con un título más puedan tener mayores y mejores oportunidades dentro del mercado laboral. Los resultados son paradójicos: los que por fi n consiguen engancharse en una organización tratan de asegurar así que no los despidan y mantienen las mismas condiciones dentro de la organización, y los que no han entrado al mercado laboral, se encuentran con salarios bajos, en ambos casos tratados como si no hubiesen hecho un posgrado.
2011-04-06 | 542 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 12 Núm.34. Enero-Junio 2010 Pags. 42-43 Rev Odontos 2010; 12(34)