Secreción exagerada de moco nasal

Autor: Bohórquez José Luis

Fragmento

Si se considera a las distintas patologías que involucran a las mucosas y a los senos nasales, es importante analizar el porqué se da el caso de una rinorrea exagerada, mediante el estudio de la anatomía y fisiología de las vías respiratorias altas. La más frecuente de las enfermedades nasales es la rinitis, que puede ser aguda o crónica. Mientras que la primera en¬cuentra su mejor representante en el catarro común o la gripe —cuadros en que el ataque a la mucosa es tal, que en ocasiones la secreción suele aparecer como goteo incoercible, causándole al paciente una incomodidad sin límite—, en la segunda se observa una prolongación de una rinitis inflamatoria e infecciosa subaguda que puede no sólo ser local, sino acompañante de una enfermedad sistémica como tuberculosis, leishmaniasis, blastomicosis e histoplasmosis; procesos caracterizados por la formación de granulosas y la destrucción de partes blandas y cartílagos los cuales además de determinar una obstrucción nasal, que produce rinorrea exagerada, a veces llegan a generar hasta epistaxis. Está también la rinitis atrófica y la vasomotora. Aquélla se caracteriza por presentar una mucosa atrófica y esclerótica con alteraciones en la permeabilidad de las cavidades nasales, formación de costras y fetidez. No hay etiología clara pero parece ser que hay antecedentes de proceso infeccioso. La mucosa cambia con sustitución del epitelio estratificado normal a un epitelio estratificado escamoso, con reducción del espesor y la vacularizacion de la lámina propia; se produce anosmia, expulsión constante de secreción y muchas veces hay epistaxis. El problema con esta patología es que encontrándose muy cerca el sitio de la lesión de la cavidad bucal, la fetidez que mantiene hace pensar que quien la sufre mantiene una marcada halitosis. Por esto mismo la rinorrea resulta molesta, incluso en la simple actividad de comer o lavarse los dientes. En cuanto a la rinitis vasomotora, cursa con la congestión vascular intermitente de la mucosa nasal, produciendo estornudos y rinorrea abundante, acuosa. Como característica, la mucosa está rojiza o púrpura y el cuadro tiene exacerbaciones y remisiones. No hay costras ni exudado purulento, pero sí secreción abundante, muy líquida.

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2010-04-06   |   7,276 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.388. Marzo 2010 Pags. 8-9 Prescripción Médica 2010; 33(388)