Autor: Coto Celia E
En esta primera edición de QuimicaViva del año 2007 la estrella indiscutida de los tres trabajos que se presentan es la célula animal y el exquisito mecanismo que regula su ciclo de vida y muerte. Las células son como minúsculos relojes de cuerda cuyo engranaje funciona si todos sus componentes se relacionan entre sí en forma coordinada. Cuando algo interfiere alterando alguno de los factores se producen cambios nefastos, las células proliferan indefinidamente o mueren en masa. ¿Qué pasa entonces cuando este balance delicado se altera? El organismo enferma y muere. Así ocurre cuando una multitud de bacterias destruye a las células del sistema inmune, no es que las usan de alimento sino que, como copiando la concepción fundamentalista, los inducen a un suicidio masivo. De este modo ganan su batalla matando al individuo. Los científicos encontraron una forma de evitar esta masacre interfiriendo con algún paso determinante del devenir de la apoptosis, pero es precisamente la exquisita regulación de ese ciclo que conspira en contra de que el tratamiento en humanos no sea tan eficaz como lo es con los modelos murinos. Ejemplos de los variados puntos vulnerables para cortar el ciclo de la apoptosis y los compuestos medicinales en uso los encontrarán en el acápite Puntos de inflexión. El ciclo de división celular está también minuciosamente regulado así nos dice Eduardo Cánepa el autor de la actualización: Proliferación o quiescencia: una difícil decisión celular “El ciclo celular consiste en una serie de eventos precisamente coordinados que permiten el crecimiento y la proliferación celular. Para asegurar la correcta progresión a través del ciclo, las células han desarrollado una serie de puntos de control que previenen la entrada en una nueva fase del ciclo hasta que hayan completado exitosamente la anterior”.
2007-05-17 | 1,444 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.1. Mayo 2007 Pags. 1-2 Qviva 2007; 6(1)