Médico de provincia, benemérito de la patria y ciudadano distinguido

Autor: Padilla Echalar Mario Galo

Fragmento

El médico viajero Los pueblos encuentran a los hombres que necesitan y el destino los pone en su camino. Así ocurrió con el novel médico chuquisaqueño, Dr. Marco C. Rojas cuando en el año de 1927, recién titulado, cargado de sus bártulos e ilusiones, se dirigía a la tierra prometida, que en aquellos tiempos para un soñador era la población de Vallegrande, a la que no llegaría en esa ocasión. El camino era largo y agotador, y lo hacía a pie y a lomo de bestia, por sendas o caminos de herradura. La carga médica era pesada, con él iban no sólo sus bártulos, sino también sus libros de consulta, como sus únicos compañeros en la soledad y en la ardua tarea de médico; sus compañeros de trabajo, como medicamentos para tratar diversas enfermedades, instrumentos médicos de laboratorio y de farmacia, porque casi alejado del mundo, tendría que ser al mismo tiempo médico internista y cirujano que se enfrente solo ante la enfermedad y a la muerte; laboratorista para el estudio, determinación y análisis de humores y exudados de sus pacientes; farmacéutico para la elaboración de sus propias fórmulas medicamentosas magistrales y no dudamos de que también llevaba instrumentos odontológicos para la atención y solución de problemas dentarios.

Palabras clave: Marco C. Rojas

2007-03-22   |   1,807 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 71 Núm.128. Julio-Diciembre 2006 Pags. 106-108 Rev Inst Med Su 2006; LXXI(128)