Autor: Barberousse Paul
INTRODUCCIÓN El advenimiento y aprobación, en muchos países, de drogas como los trombolíticos tendientes a limitar el grado de daño neurológico y mejorar el pronóstico de los pacientes con stroke de naturaleza isquémica, así como la creación de ¨unidades de stroke¨, han generado un cambio de actitud frente a los pacientes con Ataque Cerebrovascular agudo, donde es posible obtener un beneficio tiempo-dependiente similar al observado en el IAM. En Uruguay, como en muchos otros países, el manejo de un paciente víctima de ACV es en gran medida de soporte y está dirigido en primer lugar a la prevención y tratamiento de complicaciones respiratorias y cardiovasculares y en lo evolutivo a las complicaciones metabólicas, infecciosas y de rehabilitación, pero poco es lo que se hace para modificar la extensión del ACV, no existe en nuestro país experiencia en el manejo del ataque cerebrovascular isquémico agudo (ACVIA) con drogas trombolíticas y quizás por esta razón no se hace el debido hincapié en el traslado e intervención rápidas, pues no son necesarias, e inclusive en muchas ocasiones el paciente víctima de ACV es el “gran olvidado “ de los Servicios de Urgencia. Las drogas trombolíticas muestran su mayor efectividad dentro de las primeras tres a seis horas dependiendo del agente trombolítico a utilizar y la vía de administración, asimismo se ha demostrado una mayor sobrevida en pacientes con ACV no candidatos a trombolíticos por presentar contraindicaciones pero que sí han consultado tempranamente.
2007-01-25 | 2,390 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.1. Enero-Junio 2006 Pags. 1-21 Arch Inst Neurol 2006; 9(1-2)