Autores: Nesse Alcira, Garbossa Graciela, Pérez Gladys, Vittori Daniela, Pregi Nicolás
El aluminio fue considerado, durante mucho tiempo, virtualmente inocuo para los seres humanos. Sin embargo, su impacto sobre los sistemas biológicos ha sido objeto de mucha controversia en las décadas pasadas y una profusa investigación ha demostrado que puede producir efectos adversos en plantas, animales acuáticos y seres humanos. BREVE HISTORIA El arte de la elaboración de la cerámica fue desarrollado en Asia Menor hace más de 6000 años y la arcilla empleada para producir el bizcocho de mejor calidad consistía, en gran parte, de silicato hidratado de aluminio. Algunos compuestos de aluminio fueron utilizados extensamente en Egipto y Babilonia desde 2000 años AC en tintes vegetales y con propósitos medicinales, pero era conocido en el mundo antiguo como "el metal de la arcilla". Por miles de años la separación de sus aleaciones fue tan costosa que era considerado un metal precioso. El elemento, designado aluminio (Al) por Davy en 1807 no fue aislado en forma reconocible hasta que Öersted y luego Wohler, lograron producir pequeñas muestras del metal en el laboratorio. Fue recién hacia fines del siglo XIX que comenzó "la era del Al", cuando se logró un procedimiento más sencillo y económico para su obtención. Durante el siglo XX, la química moderna de los compuestos organometálicos enfocó su atención en el empleo de reactivos de Al como catalizadores y en la preparación de materiales. De esta manera, el elemento estructural más abundante y más versátil para ser usado por el hombre, quedó liberado al mundo.
2007-01-23 | 1,488 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.1. Abril 2003 Pags. Qviva 2003; 2(1)