Los linfocitos B, al igual que el resto de las células del sistema inmune, se originan en médula ósea a partir de un precursor común. Las células B comienzan su maduración en la médula ósea y la finalizan en el bazo. Durante las primeras etapas de desarrollo, los esfuerzos se centran en la generación de la inmunoglobulina de superficie que es parte del receptor B (BCR). Una vez que el BCR puede ser expresado en la membrana, los mecanismos de control evalúan la especificidad del mismo, eliminando a aquellos linfocitos B cuyos BCR reconozcan moléculas propias. Si bien durante la ontogenia de linfocitos B la mayoría de las células muere por apoptosis antes de alcanzar la madurez, este proceso, lejos de ser un gasto innecesario de energía, mantiene el delicado equilibrio entre la diversidad y la autoinmunidad.
Palabras clave: Linfocitos B ontogenia.
2007-01-18 | 5,851 visitas | 1 valoraciones
Vol. 3 Núm.3. Septiembre 2004 Pags. 84-95 Qviva 2004; 3(3)