Todo un enigma, lleno de magia, misticismo encierran el simbolismo real de la práctica médica, todo esto desde un enfoque social y nos remonta a historias míticas, que van de lo irreal de un mundo que trata de explicar una verdad o realidad imaginaria, vamos que hasta nuestros días no se ha comprobado. Es necesario tomar como referencia para recobrar la historia de Esculapio (el siempre Benévolo) quien fue hijo de Apolo y Coronis. Una descubierta infidelidad de ésta ocasionó que Artemisa (Hermana de Apolo) la asesinara en estado de preñez, originando tensión, dolor y desespero al mismo Apolo, quien llama a Hermes para que extraiga al niño vivo del vientre de su madre, dando a luz a Esculapio. Esculapio desde pequeño fue entregado a Quirón para su cuidado y formación. Él enseñó a Esculapio a curar e, inclusive se narra que fue tanta la pasión, su devoción y entrega que curó a los seres humanos. Pero todo esto ocasiona descontrol de las leyes naturales y del Olimpo. El hecho de resucitar a los hombres marcó su muerte. Esculapio un ser noble y generoso, incansable que dedicó toda su vida al servicio. Fue Hades (Señor de los Infiernos) quien veía su reino menguar, ya que el reino de los muertos, población a quien reinaba, estaba disminuyendo. Colérico va este y reclama al mismo Zeus, (Rey del Olimpo) quien le escucha y le da la razón. Como castigo a su obra y acción, Esculapio es castigado y fulminado por un rayo. En el caso de la Medicina, desde la edad media se ha simbolizado su práctica de diversas formas, tomando como base los antecedentes históricos y mitológicos. Varias culturas han coincidido con la representación del Báculo de Esculapio. Y es este quien se rige a la práctica médica y representa el ejercicio de una profesión humanitaria, y con cuya composición se basa en dos elementos, una vara de ciprés y una serpiente única envolviéndole. Es necesario de analizar el significado de cada uno de ellos, ya que en conjunto representa las aspiraciones de la solidaridad, humanidad y compromisos de los que hacen de la práctica médica una constante de apoyo, ayuda y sostén. La serpiente, la señora de movimiento sigiloso, misterioso, que es definida como la más astuta de cuántas bestias del campo hiciera Yahvé. Este ser mítico representa la prudencia, prevención y sabiduría que sin duda deben ser hoy en día los atributos del buen médico. Y es la vara de ciprés quien se erige sirve de sostén y templo y representa la fortaleza y solidez de los valores éticos que son necesarios de la buena práctica médica. Colaboración: Dr. Casimiro Zamora, Departamento de Seguimiento a Egresados de la Facultad de Medicina.
2006-07-20 | 12,862 visitas | 5 valoraciones
Vol. 1 Núm.7. Marzo-Abril 2005 Pags. 8 Bol Med UAS 2005; 1(7)