Autores: Menchaca Amanda, Mercado Silvana, Alberti Marta
Introducción y definición La ventilación no invasiva implica la aplicación de presión positiva (VNIPP) en la vía aérea mediante técnicas que permiten mejorar la ventilación alveolar y no requieren la intubación del paciente. Durante la primera mitad del siglo XX se empleó la ventilación a presión negativa como método ventilatorio, posteriormente en los 60, la ventilación mecánica con presión positiva, aplicada a través de un tubo traqueal desplazó a la anterior. La ventilación convencional es la técnica de elección en el manejo del fallo respiratorio agudo, pero no está exenta de complicaciones, sobre todo las vinculadas a la intubación, infección nosocomial, neumonía del ventilador y lesión pulmonar provocada por la propia ventilación; requiere además sedación y parálisis muscular. Implica mayores costos y prolonga la estadía hospitalaria. La ventilación no invasiva (VNI), es una técnica que se emplea con experiencia en el tratamiento domiciliario de algunas enfermedades como la apnea obstructiva del sueño, en adultos portadores de insuficiencia respiratoria crónica (EPOC) por el alivio que determina en el trabajo de la musculatura respiratoria y en enfermedades neurológicas en los casos en que se conserva la autonomía del centro respiratorio. Sobre la base de esta experiencia y teniendo en cuenta las complicaciones potenciales de la ventilación mecánica convencional, se trató de aplicar la VNI en el ámbito de la Unidad de Terapia Intensiva para el tratamiento del paciente con fallo respiratorio agudo, como una alternativa terapéutica segura, confortable y de menor costo. Existen numerosas publicaciones en el adulto con importante nivel de evidencia que demuestran que esta técnica resultó eficaz y con una reducción de la morbimortalidad en pacientes portadores de EPOC descompensado y en el edema pulmonar cardiogénico sin repercusión hemodinámica. Sobre su aplicación en el manejo de la neumonía aguda y de otras enfermedades que determinan un compromiso agudo de la función respiratoria, se ha demostrado la eficacia terapéutica cuando su aplicación es precoz, asociada a una disminución en la estadía en la unidad de terapia intensiva, reducción de los costos y menor incidencia de neumonía vinculada al ventilador. La experiencia en pediatría es menor, pero se ha logrado desarrollar en este último tiempo. Su aplicación requiere un procedimiento estandarizado para poder evaluar en qué pacientes es más eficaz, la modalidad a aplicar y cuáles son sus complicaciones.
2006-01-12 | 1,939 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 76 Núm.3. Julio-Septiembre 2005 Pags. 243- 251 Arch Pediatr Urug 2005; 76(3)