Fragmento

Introducción La modernización trae aparejado un cambio de estilo de vida que tiende al sedentarismo y a la adquisición de hábitos alimentarios poco saludables, con ingesta excesiva de grasas saturadas, azúcares simples y sal. Teniendo en cuenta que la aterogénesis comienza a edades tempranas de la vida, la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles, y entre ellas las cardiovasculares, es un problema prioritario de salud pública. La prevención consistirá en implantar políticas de intervención en sectores con diferentes niveles de responsabilidad (gubernamentales, industriales, comunitarios, de educación y sanitarios) en la población general y en grupos considerados de riesgo. Prevención primaria en niños y adolescentes La conformación de los hábitos se produce en estos períodos de la vida, por lo que el impacto de la promoción de un estilo de vida sano es más eficaz cuando la prevención se inicia tempranamente. Esto se realizará a través de: -alimentación saludable: mediante la educación se logra la adquisición de patrones alimentarios que contemplen factores culturales, socioeconómicos y permitan un buen crecimiento y desarrollo; -hábito de fumar: la meta es no iniciar el tabaquismo, evitar la exposición al humo de tabaco ambiental y el cese del hábito de los que lo han adquirido; -actividad física: es fundamental promover una vida activa evitando el sedentarismo. Se insistirá en que las actividades infantiles se hagan en conjunto con los demás integrantes del núcleo familiar.

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2005-06-24   |   941 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 76 Núm.1. Enero-Marzo 2005 Pags. 51-58 Arch Pediatr Urug 2005; 76(1)