Impacto de la deprivación androgénica total en los pacientes con obstrucción a la salida de la vejiga por cáncer de próstata avanzado

Autores: Serrano Brambila Eduardo Alonso, Lorenzo Monterrubio José Luis, Ramírez Morales Angel, Cedillo López Urbano, Wingartz Plata Hugo Federico, Moreno Aranda Jorge

Resumen

La deprivación androgénica total (DAT) mejora la obstrucción a la salida de la vejiga. Se estudiaron 22 pacientes con obstrucción a la salida de la vejiga por cáncer de próstata avanzado, nueve con micción espontánea y 13 con sonda uretral, a los cuales se les realizó deprivación androgénica total (DAT). De los 22 pacientes sólo 7/22 (32%) después de la DA T mejoraron clínicamente (índice AUA <12 puntos). En el comportamiento en el nomograma de Siroky para TFmax, resultó que 50% de los pacientes (11/22) estuvieron en el área “no obstructiva” después de la DAT y uno de ellos requirió RTUP por no estar conforme con su forma de orinar. Ocho pacientes fallecieron a los 16.2 meses en promedio. El lograr retirar la sonda transuretral después de la DAT no implica que la calidad de la micción sea adecuada. Continuaron obstruidos 5/10 pacientes, a pesar de haber retirado la sonda, además de que 3/9 de nuestros pacientes que no tenían sonda transuretral se encuentran clínica y flujométricamente obstruidos a 13 meses de seguimiento promedio. A estos pacientes se les debe ofrecer una resección transuretral paliativa de la próstata, para procurar mejor calidad de la micción y de la vida, siempre y cuando sus condiciones generales lo permitan. Los datos de nuestro estudio sugieren que los pacientes con cáncer de próstata avanzado que se presentan con obstrucción total tienen un pronóstico más desfavorable para la vida, como para la obstrucción a la salida de la vejiga después de la DAT.

Palabras clave: Deprivación androgénica total obstrucción urinaria baja cáncer de próstata avanzado.

2004-10-12   |   2,268 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 14 Núm.2. Mayo-Agosto 1997 Pags. 104-108 Bol Coleg Mex Urol 1997; 14(2)