Autor: Lara Pérez Eduardo Antonio
Desde siempre hemos recibido la influencia de investigadores extranjeros, en casi todas las ramas de la ciencia y tecnología. La medicina no ha sido ajena a esta influencia pero los logros y avances hechos por extranjeros, no son siempre aplicables a nuestra realidad. Si bien la medicina en el campo de la promoción de la salud y el tratamiento de las enfermedades son aplicables a cualquier ser humano, hay barreras culturales, económicas, y sobre todo, tecnológicas. Desgraciadamente los programas de atención a la salud y la visión que se tiene de la medicina no siempre son aplicables a nuestra realidad: con el desarrollo de grandes centros médicos y la dotación de equipo, en ocasiones inoperante u obsoleto, sin tener una visión clara de las prioridades acordes a la demanda de servicios de salud. En apoyo a estas reflexiones, cabe señalar que programas como el de la tuberculosis llevan en México, más de 50 años, con escasa producción científica; también otros programas como los orientados a combatir la desnutrición están sujetos a cambios sexenales. En este mismo sentido desde hace un poco más de una década el programa GINA 1 (Global iniciative of asthma) impulsado por un grupo de expertos de varios países no sólo no ha mostrado que funcione, sino que ha evitado que regionalmente los médicos busquen la solución a problemas médicos, de acuerdo a las condiciones y factores que prevalecen en cada región, conforme a su idiosincrasia y recursos. Ha creado también desorientación, incorrecta aplicación del programa, en ocasiones con peores resultados para el control de los enfermos con asma.
Palabras clave: Niño asma tratmiento región
2004-08-02 | 8,425 visitas | 14 valoraciones
Vol. 71 Núm.3. Mayo-Junio 2004 Pags. 140-142 Rev Mex Pediatr 2004; 71(3)