Fragmento

Introducción a la reflexión Todo comenzó en el silencioso interior de un monasterio, cuando un monje austriaco y sabio, pasaba sus horas haciendo cruzamientos de semillas de guisantes. Lejos estaba Gregor Mendel de imaginar que siglo y medio después, como resultado de sus brillantes experimentos, la humanidad se vería envuelta en una nueva encrucijada, el enigma del gen. Científicos, empresas y capital trabajan sin descanso para entregarnos los primeros 10 años de éste siglo, el accidentado relieve de nuestra cautivante geografía genética. Entonces, el hombre tendrá en sus manos el poder que nunca ha tenido. De la forma en que lo use, dependerá que pueda crear una paz como la que nunca le ha dado ninguna de sus guerras o, crear una guerra con la que nunca se alcanzará ninguna paz. Una de las frases que con más frecuencia leemos en los periódicos o escuchamos en la radio y la televisión actualmente es: “¡está en los genes!”. Esto puede salir a colación en referencia a una enfermedad hereditaria, al talento musical, a la habilidad atlética para romper récord mundial o a la posibilidad de un individuo de ser campeón goleador en las mejores ligas de fútbol del planeta. De igual manera, está ligado a la habilidad intelectual para descifrar ecuaciones matemáticas o, por lo contrario, a la incapacidad de ciertos individuos de mantener la atención sobre un tópico determinado

Palabras clave: Genoma humano evolución

2004-05-27   |   4,282 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.11. Enero-Abril 2000 Pags. 278-285 Calimed 2000; 6(11)