Autor: Aguilera Beteta Enrique
Cuando el destino, la suerte, la casualidad o lo que usted quiera nos depara ser mexicanos, no podemos prescindir o sustraernos al derecho de disfrutar de las situaciones inherentes al país donde vivimos, como gozar de las bellezas naturales, de la región más transparente del aire, así como también de los derechos que nos otorgan nuestras leyes, ya sea la libertad de expresión, de libre tránsito por el territorio nacional, de dedicarnos a la profesión, industria, comercio o trabajo que más nos acomode, etc. Tratándose del derecho a la protección a la salud, las oportunidades de buscarla y encontrarla, nos dan la posibilidad de elegir entre una gama casi infinita de medios curativos, que van desde la medicina de nuestros ancestros los aztecas, combinación de religión, magia y ciencia, acudiendo a los senadores que se orientaban a curar tanto el cuerpo como el alma de los enfermos utilizando el poder curativo de los sahumerios de copal, al igual que hace cinco siglos a las limpias, a la toma de infusiones de yerbas o a las yerbas mismas, etc., etc.
2003-01-20 | 1,971 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.10. Octubre-Diciembre 1999 Pags. 261 Calimed 1999; 5(10)