El día 1º de agosto se cumplieron 9 años de la dolorosa y prematura muerte del Tte. Cor. M.C. Jaime Pous Ferrer, ginecólogo de primera fila, poseedor de notables talentos, padre y esposo ejemplar, enamorado de la vida y de la amistad. Jaime apenas contaba con 56 años de edad cuando falleció, en la plenitud de su ejercicio profesional exitoso. Recordamos a Jaime quienes tuvimos la fortuna de conocerlo: inteligente, bondadoso, estupendo maestro y filántropo que mantuvo su anonimato, prometiendo a sus beneficiarios no revelar sus favores hasta después de su muerte. Yo lo recuerdo con particular gratitud. En efecto, Jaime formó parte de un grupo numeroso de médicos militares que fueron mis alumnos y que me concedieron la máxima satisfacción a la que puede aspirarse como profesor en la docencia. ¡Ser superado por sus alumnos! No obstante, en un exceso de gratitud, se siguió refiriendo a mí como maestro en los años subsiguientes (estando ya en posición de enseñarme) y lo interpreté como muestra muy significativa de su calidad humana. Cuando ocasionalmente nos reunimos sus amigos de siempre, añoramos la ausencia de este mexicano dotado de tantas cualidades. Nos hace falta su presencia, su humildad, su compañerismo, su envidiable sentido del humor, el sabroso relato de sus anécdotas, en fin, lo extrañamos mucho. Quiero creer -porque por sus obras lo merecería- que nuestro buen amigo fue juzgado favorablemente (como todos lo anhelamos) por la misericordia de Dios y que ya ocupa el sitio reservado para los hombres piadosos, comprensivos y llenos de buena voluntad.
Palabras clave: Ginecólogo de primera fila.
2002-12-07 | 1,511 visitas | 1 valoraciones
Vol. 54 Núm.5. Septiembre-Octubre 2000 Pags. 277-278. Rev Sanid Milit Mex 2000; 54(5)