No siempre querer es poder, pues es sabido que no alcanza con las buenas intenciones para lograr los objetivos y metas que se han programado. Pero cuando los objetivos deseados se han ponderado con los recursos humanos y materiales que se disponen y ha existido una evaluación de la realidad y una estrategia adecuada para obtener los resultados previstos, aquellos deseos se vuelven realidades que sorprenden aun a quienes los imaginaron. Claro está que esto se alcanza con esfuerzo, dedicación, capacitación tolerancia en la discrepancia y un armónico trabajo en equipo de quienes se han comprometido a cumplir la tarea dando generosamente lo mejor de sus conocimientos y aptitudes. Todo esto no sería suficiente si no existiera una comunicación fluida y franca entre el equipo editorial y los actores de la obra, en nuestro caso los autores de los trabajos, y la comprensión de quienes finalmente evaluaran lo atinado o no de los proyectos realizados, nuestros lectores.
Palabras clave: .
2004-02-06 | 8,885 visitas | 10 valoraciones
Vol. 74 Núm.4. Octubre-Diciembre 2003 Pags. 235-236. Arch Pediatr Urug 2003; 74(4)