Autores: Marulanda Plata Stevenson, Rey Bolívar Samuel Mauricio, Martin Nodier, Parra Héctor Leonel
Las heridas de la vena cava retrohepática y de sus afluentes representan un verdadero reto al cirujano de trauma, debido principalmente al gran volumen que transportan y a la dificultad especial que ofrecen su acceso y control. En los grandes centros mundiales de trauma estas lesiones tienen una mortalidad que varía entre el 50 y el 100%. El uso de técnicas de derivación cavoatrial mediante la aplicación de tubos fue introducida en 1968. Infortunadamente, esta metodología no ha logrado disminuir sino, al parecer, incrementar la mortalidad de estas lesiones, la cual casi siempre ocurre por exanguinación intraoperatoria. La mortalidad global de 7 diferentes series, que incluyeron a 115 pacientes fue del 80.4% cuando se usó la derivación; en cambio, la mortalidad descendió al 48.8% cuando se hizo reparo directo en 67 casos pertenecientes a otras 5 series. Sobre la base de estas juiciosas observaciones es razonable cuestionar el uso de estas derivaciones (shunts). Es probable que haya abuso de las indicaciones del procedimiento y que éste se haga sin tener en cuenta la exigente técnica quirúrgica que él demanda. En el presente trabajo mostramos el tratamiento exitoso de un caso con herida de la vena cava retrohepática y de las suprahepática izquierda y media, con el uso de un tubo de derivación cavoatrial de dos balones, diseñado y confeccionado por nosotros. Además, se precisa la secuencia de los procesos técnicos para su correcta colocación, y se dan algunas pautas sobre el manejo del sangrado retrohepático.
Palabras clave: Vena cava retrohepática (V C R H) derivación cavoatrial derivación auricolocava tubo de derivación cavoatrial desvascularización hepática "total" transitoria sangrado venoso hepático posterior trauma de la vena cava.
2004-01-24 | 2,691 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.2. Abril-Junio 1993 Pags. 102-108 Rev Colomb Cir 1993; 8(2)