Autor: Ferrada Dávila Ricardo
La mortalidad producida por trauma en cualquiera de sus formas, cronológicamente presenta tres picos de frecuencia, cuyas causas pueden ser: - Primeros minutos: Lesión severa del encéfalo, o ruptura de grandes vasos. - Primeras horas: Hematoma subdural, o hemorragia intraabdominal. - Días o semanas: infección o falla múltiple. En gran parte de los servicios quirúrgicos se ha demostrado que la mayoría de las muertes tardías después del trauma se debe a esta última causa. La infección resulta del desequilibrio entre sus tres componentes: agente (bacteria), ambiente (herida) y huésped (paciente), siendo este último el elemento de mayor importancia. En efecto, después de un trauma se ha observado un desequilibrio en la actividad de las células T, disminución de los niveles de IgA e IgG y producción de anafilotoxinas, entre otros cambios, todo lo cual resulta en una severa inmunodepresión. Uno de los descubrimientos importantes para explicar los fenómenos relacionados con la infección postraumática es el de las citoquinas, de las cuales las más estudiadas son el factor de necrosis tumoral o caquectina, la interleucina 1, 2 y 6, el interferón 6 y el factor activador de las plaquetas. El otro descubrimiento importante es la traslocación bacteriana, que al parecer es la responsable directa de la septicemia sin foco demostrable y de la falla múltiple de órganos. De acuerdo con lo anterior, la intervención terapéutica moderna en estos pacientes incluye, además del tratamiento causal, la monitoría hemodinámica y metabólica tendiente a reducir la inmunodepresión postraumática.
Palabras clave: Trauma infección inmunología citoquinas traslocación bacteriana nutrición falla múltiple.
2004-01-19 | 4,282 visitas | 4 valoraciones
Vol. 7 Núm.2. Agosto 1992 Pags. 90-100 Rev Colomb Cir 1992; 7(2)