Autor: De la Hoz Jaime A
A pesar de su relativa infrecuencia, los feocromocitomas constituyen un grupo de causas de hipertensión arterial, potencialmente curable por la extirpación quirúrgica del tumor, siendo su etiología letal. La apropiada utilización de modernas técnicas químicas de laboratorio clínico y de sofisticados métodos de imágenes diagnósticas, le permiten al clínico que sospecha su presencia, establecer o no el diagnóstico y localización de un tumor secretor de catecolaminas. El tratamiento del feocromocitoma sigue siendo quirúrgico; sin embargo, la atención estricta a los detalles preoperatorios es crucial si se quiere reducir la mortalidad. El uso juicicioso de agentes de bloqueo adrenérgico y medidas para asegurar un volumen sanguíneo circulante normal, son de suma importancia en el periodo preoperatorio. Una completa y meticulosa exploración de toda la cavidad y de ambos lechos adrenales, es esencial en todos los pacientes con feocromocitoma. La monitoría hemodinámica y electrocardiográfica es importante durante la cirugía y el postoperatorio, ya que los cambios en la estabilidad cardiovascular pueden ser rápidos y dramáticos. Deben tomarse medidas apropiadas para revertir tales cambios, pero deben estar basadas en el completo entendimiento de los efectos de las catecolaminas, de las drogas que alteran estos efectos, de los problemas potenciales que el paciente con feocromocitoma puede experimentar.
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2004-01-05 | 1,131 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.4. Octubre-Diciembre 1994 Pags. 225-238 Rev Colomb Cir 1994; 9(4)