Autor: Gamarra Durano Alfonso
En un tiempo inmensurable del pasado, cuando ellos no existían, en la edad de los reptiles, antes que la superficie de la tierra se cubriera de hielo, ya habían las enfermedades, en los huesos y en las carnes de dinosaurios gigantescos, pero en la era terciaria, en el mioceno, se mueven los antropoides. Aún no son individuos porque se agrupan en el intento de traspasarse calor y no ser víctimas de las rapacerías de los monstruos. Se expulgan unos a otros, se lamen las heridas, cubren con tierra sus hemorragias, se quitan las semillas de la rumiación, y devoran los gusanos. En el paleolítico antiguo (más de 600 mil años a. de C.) en el período interglaciar viven en las grutas, son ineptos para ayudarse con las manos porque los pulgares no se oponen a los demás dedos, los pelos les recubren todo el cuerpo, carecen de mentón, el cuello está engrosado y duro, a tal punto que no pueden echar la cabeza hacia atrás, los dientes ganan una estructura compleja, los conglomerados óseos de la cabeza van cambiando de forma, un cerebro pequeño está en un rincón luchando por borrar la miasma de sus pensamientos ignotos.
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2003-08-28 | 1,771 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 68 Núm.122. Enero-Junio 2003 Pags. 75-80. Rev Inst Med Su 2003; LXVIII(122)