Autores: Gutiérrez García Ana Gloria, Contreras Carlos M, Díaz Meza José Luis
La progesterona y sus metabolitos poseen un amplio espectro de actividad biológica sobre el sistema nervioso central y periférico. Estos efectos incluyen su bien conocida participación en la reproducción, pero además, influyen en la regulación de otros aspectos conductuales. El hallazgo de que la progesterona se biosintetiza en diferentes regiones cerebrales ha permitido concebirla como un neuroesteroide y considerar su participación en diversas funciones centrales. La acción de los esteroides a nivel neuronal se establece a través de receptores intracelulares específicos de alta afinidad y mediante sus efectos no genómicos al interactuar con los receptores membranales para reproducir algunas de las acciones de los neurotransmisores. La progesterona interactúa especialmente sobre el receptor GABAA y aumenta la frecuencia de apertura del canal de cloro, a la vez que establece una acción inhibitoria. Diversas evidencias clínicas y experimentales sugieren que la progesterona modula otros sistemas de receptores de membrana tales como el serotonérgico, el noradrenérgico y el dopaminérgico, que son los tres neurotransmisores que intervienen en la depresión y en las acciones de los antidepresivos. Conviene destacar que estos neurotransmisores, junto con el receptor GABA, participan en los procesos de ansiedad, y que es bien conocida la relación que hay entre la ansiedad y la depresión. Por lo tanto, se ha sugerido que la progesterona contribuye a la regulación de los trastornos afectivos y, posiblemente, ejerza sus acciones sobre las estructuras cerebrales que forman parte del sistema límbico, de manera semejante a como lo hacen los antidepresivos. Dentro de esta línea de investigación se ha demostrado que la progesterona produce cambios en la ejecución de las pruebas conductuales, que son útiles para ensayar los compuestos ansiolíticos y antidepresivos. Por ejemplo, los animales íntegros tienen un buena ejecución en los diversos modelos de ansiedad y depresión en las fases del ciclo estral, que se caracterizan por el incremento de los niveles circulantes de progesterona, y que coinciden con el aumento de la actividad neuronal del núcleo septal lateral en forma semejante a lo que ocurre cuando se administran antidepresivos clínicamente eficaces. Así, la progesterona parece compartir algunas de las acciones de los antidepresivos. En síntesis, la progesterona y sus metabolitos reducidos se comportan como agonistas alostéricos del complejo receptor GABAA/benzodiacepina/Cl-, de igual forma que la mayoría de los fármacos ansiolíticos conocidos, lo que se relaciona con los efectos anestésicos, hipnóticos y ansiolíticos de algunos progestágenos. Sin embargo, el significado funcional de las interacciones de la progesterona y de sus metabolitos sobre la neurotransmisión central todavía no se aclara. En esta revisión se describen las pruebas experimentales que demuestran que la progesterona, que se consideraba clásicamente como una hormona gonadal, también es biosintetizada por el tejido nervioso, lo que indica su posible participación en algunos de los trastornos conductuales relacionados con los cambios de los niveles plasmáticos hormonales circulantes, como en el caso de la ansiedad, la depresión postparto y la tensión premenstrual.
Palabras clave: Ansiedad depresión neuroesteroides progesterona GABA.
2003-07-22 | 24,406 visitas | 3 valoraciones
Vol. 23 Núm.2. Abril 2000 Pags. 42-48. Salud Ment 2000; 23(2)