Resumen

Un problema contemporáneo y creciente es el suicidio, lo que implica la necesidad de establecer definiciones precisas que lleven a la identificación de los factores de riesgo, tomando en cuenta que las bases del suicidio son multifactoriales y complejas. Los estudios epidemiológicos indican que el género masculino comete más suicidio que el femenino, en una proporción de 5:1 en todos los rangos de edad. En cambio, las mujeres realizan intentos con mayor frecuencia en la misma proporción, generalmente ingiriendo pesticidas o medicamentos. El suicidio consumado acontece frecuentemente en hombres mayores de 50 años por ahorcamiento o uso de armas de fuego. Aunque de manera alarmante, en años recientes ha ido en aumento el número de suicidios entre jóvenes de 15 a 24 años de edad, y es más común entre los de clase socio-económica baja, con tratamiento psiquiátrico previo, con algún trastorno de la personalidad y antecedentes de abuso de substancias y de intento de suicidio. La presencia de un trastorno psiquiátrico está íntimamente ligada al suicidio; más de 50% de los suicidios son consumados por personas con trastornos depresivos. El abuso o dependencia de alcohol está presente en alrededor de 20 a 25% de quienes se suicidan y también ocurren tasas elevadas de suicidio en la esquizofrenia. La ansiedad es otro trastorno asociado de manera relevante con el suicidio, de modo que la comorbilidad de ansiedad con depresión multiplica el riesgo. Todo ello implica una alerta clínica que debe llevar al médico al manejo terapéutico farmacológico adecuado y a tener mayor vigilancia cuando se detecta la ideación suicida, sobre todo si hay antecedentes de depresión y de ansiedad. Los factores de riesgo en los suicidas incluyen aislamiento, salud precaria, depresión, alcoholismo, baja autoestima, desesperanza, sentimientos de rechazo familiar y social. También es importante considerar el antecedente de daño dirigido hacia sí mismos y la incapacidad para resolver problemas, principalmente los de tipo social. Frecuentemente el suicida da indicios verbales directos e indirectos de su intención suicida. Un 60% de los suicidas que lograron su propósito había consultado al médico el mes anterior al suceso; más de la mitad había comentado con alguien su deseo de morir, y un tercio del total había hecho una amenaza declarada de suicidio. Así, la evaluación de riesgo del paciente suicida debe ser una parte fundamental en la práctica clínica diaria, ya que la detección oportuna de los factores de riesgo suicida puede permitir su prevención. Un aspecto que no ha sido suficientemente evaluado y que hoy en día ha dado pie a una serie de controversias, es el relacionado con el impacto que el uso de antidepresivos podría tener sobre el suicidio. La Food and Drug Administration (FDA, EUA) recientemente ha documentado que no existe la suficiente información para confirmar alguna relación entre el uso de los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y el suicidio entre jóvenes. En cualquier tratamiento antidepresivo, el riesgo suicida puede incrementarse significativamente durante el primer mes, particularmente durante los primeros nueve días. Entonces, el que un paciente tratado con antidepresivos se suicide al inicio del tratamiento, es atribuible a que estos medicamentos requieren de tres a cuatro semanas para empezar a producir efectos terapéuticos. Esto demuestra la necesidad del internamiento hospitalario para lograr una vigilancia estrecha. En conclusión, el suicidio es un problema grave de salud pública y requiere atención especial. La investigación más reciente señala que la prevención del suicidio, si bien es posible, comprende una serie de actividades que incluyen, por lo menos, la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de los niños y los jóvenes. También se debe contar con el personal médico que permita lograr la detección y el tratamiento eficaz de los trastornos subyacentes, y tener control medioambiental de los factores de riesgo y, desde luego, la eliminación de los medios para consumarlo.

Palabras clave: Suicidio ideación suicida factores de riesgo desesperanza diátesis.

2006-11-27   |   8,200 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 29 Núm.5. Septiembre-Octubre 2006 Pags. 75-78 Salud Ment 2006; 29(5)