Fragmento

Eran las cuatro de la tarde y el ruido del helicóptero traqueteaba en el cielo nublado y espeso. En la tierra, plagada de vegetación verde, húmeda y fangosa del PV1; se levantaban unas cuatro carpas, una de ellas era el quirófano; es decir la sala de operaciones, cuya mesa quirúrgica eran dos caballetes con tres tablas encima, unos focos fungían de cialítica ¿Por qué? Estábamos en el Cenepa y evacuaban a un soldado peruano de 18 años; gravemente herido por una esquirla de granada que le comprometía la vida, hiriéndolo profundamente en su delgada anatomía mantenida aún por el latido de su valeroso corazón que palpitaba por nuestro Perú; ¿y qué hacer?

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2005-06-01   |   1,435 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 1 Núm.1. Enero-Diciembre 2004 Pags. 65 Rev Hosp Central 2004; 1(1)