Autor: Soberón Acevedo Guillermo
Debo empezar por expresar mi profundo agradecimiento al doctor Mauricio García Sainz, Presidente de nuestra Academia, y a la nueva directiva que él encabeza, por la amable invitación que se me ha hecho para sustentar la Conferencia “Ignacio Chávez” correspondiente al año 1999. Es para mi un honor cumplir con esta encomienda, que honra la memoria de ese gran hombre creador de la escuela cardiológica mexicana, formador de un gran número de connotados especialistas de nuestro país y del extranjero, educador egregio que, como Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, condujo a nuestra máxima casa de estudios hacia horizontes de superación en beneficio de millares de estudiantes, quienes, sin duda, han podido encaminar a nuestro país hacia mejores niveles de bienestar. En diversas ocasiones me he preciado de haber tenido la fortuna de tratar de cerca a ese puñado de notables mexicanos quienes, además de haber dado importante impulso a la medicina nuestra, contribuyeron de manera significativa a la modernización de nuestro país. Puedo mencionar, además del maestro Chávez, a mis también maestros Salvador Zubirán, Manuel Martínez Báez, Miguel E. Bustamante, Galo Soberón y Parra, Bernardo Sepúlveda, Donato Alarcón, Alfonso Alvarez Bravo y José Laguna. En esta lista he incluido sólo aquellos con quienes, en diferentes tiempos, tuve un trato prácticamente cotidiano, que me ha permitido conocer sus motivaciones, afanes e inquietudes.
2004-11-18 | 2,197 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 135 Núm.2. Marzo-Abril 1999 Pags. 217-230 Gac Méd Méx 1999; 135(2)