Autores: Romero Javier, Angarita Miguel, Burbano Rafael
La mamografía en el tamizaje del cáncer de seno se ha utilizado buscando reducir la mortalidad atribuida a esta enfermedad. Sin embargo continuas áreas de controversia en cuanto a su real impacto en la mortalidad, edad de inicio, intervalo entre mamografías han sido publicados. El análisis completo de esta información es tema ineludible para el cuerpo medico, en especial para aquellos involucrados en la atención directa de la población femenina. Esta revisión pretende resumir las principales recomendaciones del uso de la mamografía en el tamizaje de seno de acuerdo a la evidencia médica. Se revisan además los beneficios directos e indirectos del tamizaje mamográfico, así como sus potenciales riesgos y desventajas. La mamografía constituye el método más confiable y de mayor precisión para la detección temprana del cáncer de seno. El propósito de la mamografía es detectar anormalidades que clínicamente no son perceptibles, delinear masas palpables e identificar posibles irregularidades asociadas en el seno ipsilateral o en el contralateral y según la proyección utilizada, demostrar la presencia de ganglios anormales en la axila. La mamografía inicial es aquella que se toma por primera vez en una mujer sintomática o asintomática para examen rutinario o con propósitos de tamizaje en la población general o en subpoblaciones seleccionadas de alto riesgo. La mamografía de seguimiento es el estudio que se realiza para control de una anormalidad detectada en la mamografía inicial, o en pacientes sometidas a cirugía mamaria de cualquier tipo o en los programas de tamizaje. La mamografía de tamizaje, la cual se practica en poblaciones asintomáticas, es diferente de la mamografía de diagnóstico, que es el estudio detallado, con proyecciones adicionales y con frecuencia complementado con técnicas coadyuvantes como la ecografía, en pacientes con anormalidad clínica del seno. En 1997 el Colegio Americano de Radiología (ACR) recomienda el tamizaje mamográfico anual en mujeres asintomáticas desde los 40 años de edad, debido a la acentuada evidencia, según la cual las mujeres jóvenes tienen un corto tiempo para la detección mamográfica de cáncer de seno. Estas guías reemplazan las recomendaciones previas de tamizaje mamográfico cada uno o dos años para mujeres entre los 40-49 años de edad, continuando el tamizaje anual para aquellas mayores de 50 años. Las nuevas recomendaciones están justificadas por el rápido crecimiento de tumores del seno entre las mujeres jóvenes.
Palabras clave: Cáncer de seno tamizaje mamografía.
2003-11-05 | 2,866 visitas | 1 valoraciones
Vol. 18 Núm.1. Enero-Marzo 2003 Pags. 51-59. Rev Colomb Cir 2003; 18(1)